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miércoles, 1 de febrero de 2012

Coca-Cola, Cristiano Ronaldo y la educación universitaria



1.
María Moliner define así el término demagogo: Político que lisonjea con sus discursos o actuación a la masa, para atraérsela. El DRAE es menos afortunado en su explicación: Orador revolucionario que intenta ganar influencia mediante discursos que agiten a la plebe. Por extensión, se podría decir de cualquier persona que halaga el oído de sus oyentes para ganarse su favor.

Espero que nadie encuentre justificado llamarme demagogo por lo que sigue.

2.
Un profesor de una universidad madrileña que dirige el proyecto fin de carrera de alumnos de último año y desempeña un papel importante en una revista profesional de calado (tiene nombre y apellidos) gana 850 euros netos mensuales, es decir, más o menos 10.000 euros anuales.

3.
Cristiano Ronaldo o Lionel Messi perciben 10.000.000 de euros netos anuales por su trabajo como futbolistas. No se incluyen ahí los ingresos por derechos de imagen o publicidad. Es decir, entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi cobran tanto como 2.000 profesores universitarios españoles de la consideración del indicado.

4.
Estos futbolistas contribuyen grandemente a extender la imagen de sus clubes por el mundo y, en consecuencia, ayudan con su trabajo en la cuenta de resultados de sus empresas. Nuestro profesor universitario participó en el movimiento 15M, en el que colaboró con su reflexión y trabajo diario de manera descollante.

5.
Cristiano Ronaldo se acaba de comprar un coche marca Maseratti por 370.000 euros, obviamente al contado. Su salario anual le permitiría comprarse 27 coches de lujo anuales como el Maseratti. Nuestro profesor necesita un año de trabajo para comprarse un coche corriente de 10.000 euros. Y ha de dedicar un 10% de su salario para comprar libros, que son su herramienta de trabajo, mientras que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi tiene sus herramientas a su disposición gratuitamente. Cualquiera puede hacer comparaciones entre los precios de las entradas a un partido de fútbol y un libro sencillo y corriente.

6.
Una barra de pan en Orio, por ejemplo, cuesta 85 céntimos para cualquiera de ellos. Que cada uno haga las comparativas que considere oportunas con este dato.

7.
Un bote de Coca-Cola cuesta en Carrefour 47 céntimos, también para cualquiera de ellos. Háganse, si se quiere, comparativas similares a la de la barra de pan para entender la consideración que la sociedad tiene de cada uno.

8.
Pero me interesan señalar aquí otros datos. El precio del bote de Coca-Cola se desglosa de esta manera:  

            a) Precio propiamente dicho del bote: 43,5185 céntimos.
            b) Impuestos directos: 3,4815 céntimos.

Es decir, Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y nuestro profesor universitario contribuyen directamente a los presupuestos del Estado con 3,4815 céntimos, todos exactamente lo mismo, por cada Coca-Cola que consumen para educación, sanidad, infraestructuras, etc. Un cálculo sencillo determina que el salario anual de nuestro profesor se paga con el IVA de 287.230 botes de Coca-Cola. Pero ¿qué ocurre con los 43,5185 céntimos del precio propiamente dicho del bote? Una parte insignificante en relación con el IVA, irá a impuesto de sociedades, que también cubre los ingresos de los presupuestos estatales; otra parte, también insignificante, irá a costes de escandallo, es decir, agua, jarabes,... materias primas en general; otra parte, ésta mucho más importante, al pago de royalties de la matriz americana; otra, también pequeña, a gastos generales, y otra, muy importante, cada vez más importante a publicidad y patrocinios. Esta parte suele representar entre el 10 y 25% en los casos más comunes, es decir, del coste de un bote de Coca-Cola entre 4,3518 y 10,8796 céntimos van a publicidad y patrocinio. Dicho de otra manera, entre 4,3518 y 10,8796 céntimos de los abonados por un bote de Coca-Cola van al Real Madrid o Barcelona para abonar los sueldos de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. O sea, el salario de Cristiano Ronaldo o Lionel Messi se abona con entre 300 y 750 millones de botes de Coca-Cola.

Ahí va mi afirmación demagógica: ¿qué ocurriría si se prohibiese la publicidad y el patrocinio y se elevase, hasta el 50%, por ejemplo, el impuesto de sociedades y los tramos altos del IRPF? Respuesta: no se modificaría la capacidad adquisitiva de la sociedad en su conjunto y el estado dispondría de más recursos. Eso sí, a lo mejor Cristiano Ronaldo y Lionel Messi habían de cobrar 850 euros mensuales y eso ponía en peligro el equilibrio del sistema que necesita la exacerbación de las emociones a través de deportes espectáculo.

NOTA: A las universidades madrileñas aún no se les ha terminado de liquidar el presupuesto de 2011, por lo que hay proveedores  y empleados con pagos atrasados. Si se confirman los recortes para el año próximo, departamentos enteros y alguna facultad madrileña se verán obligados a cerrar.

POST DATA: Que se deduce de lo anterior, pero lo apostillo por si no ha quedado claro: cuando tú o yo compramos una Coca-Cola, de los 47 céntimos que pagamos, 3,4815 van a los presupuestos generales y entre 4,3518 y 10,8796 a financiar actividades de patrocinio, como el fútbol, por ejemplo, que tal vez ni a ti ni a mí nos interesan y que son, desde luego, de carácter privado; dicho de otra manera, comprando una Coca-Cola contribuimos a financiar la educación pública, la sanidad, etc, y pagamos, sobre todo, el lujo y el boato de unos pocos individuos, muy pocos. Si el examen de la Coca-Cola lo trasladamos a Red Bull, que es otro gran patrocinador de eventos deportivos, el resultado es mucho más escandaloso.

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