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viernes, 18 de noviembre de 2011

20N, el día después


Caza de brujas, Francisco de Pájaro, el arte e$ ba$ura


Hace tiempo que sé qué debo votar. Lo he defendido aquí. Así que he perdido el interés por el día 20. Quiero pensar en el día después, aunque el día después también piense en el día de después, y en el siguiente. Tenemos toda la vida por delante, toda la vida es el día después.

Nuestras ideas son para el día después, aunque se nutren del presente, de la rebeldía del presente.

Los que viven en el pasado sólo tienen intereses. Y viceversa. Es decir, quienes tienen intereses sólo pueden vivir en el pasado. Quienes tenemos ideas vivimos en el presente. Pensando en el día después. La utopía es el dibujo del día después.

20N es el pasado desde hace muchos meses. Años. Y Rajoy. Y Rubalcaba. Y Cayo Lara. Y López de Uralde. Y Rosa Díez. Y Artur Mas... Charlatanes. Cuando yo era pequeño los charlatanes recorrían los pueblos dando un lote de cosas por el precio de una manta. La manta raída de estos no cubre los pies. Sí, charlatanes. El tuyo también es un charlatán, no te equivoques. Es decir: PP, PSOE, IU, Equo, UPyD, CiU, PNV, BNG, ER,... Es decir, los que han convertido la política en un guiñapo. Los que han hecho de la dignidad del ciudadano un espantajo. Los que han degradado la democracia. Los que han puesto la libertad a su servicio.

¿Sabéis qué es un trampantojo? De eso se trata.

Me despreciasteis a mí. Os comportasteis como amos para comportaros, al final, como lacayos.

La política nos hace ciudadanos. La democracia es el instrumento que tiene para hacer política un ciudadano. Y la libertad, su medio. Sin libertad ni democracia no hay política, sino administración de esclavos. La libertad nos hace responsables de la política.

Los fascismos surgieron de nuestro miedo a la libertad. Cuando no nos hacemos responsables de nuestra vida, otros la toman como trofeo. Adolf Hitler, Benito Mussolini, Francisco Franco,... se llaman ahora mercados. Y Stalin. Goldman Sachs es otro nombre. Sólo tratan de encontrar el instrumento para doblegarnos. Muchachos de Goldman Sachs se están colocando en Europa: en Grecia, BE e Italia, por ejemplo.

No sé qué tienes tú en tu mano. Yo tengo el día de mañana. Es decir, un mundo sin charlatanes ni dictadores ni mercados. También sin mercenarios de todas esas ocupaciones despreciables. Un mundo de seres humanos. Sobra Botín, por ejemplo, es verdad, pero es que a Botín no le interesan los seres humanos, sino en la medida de que forman parte y son en sí mismos un mercado. Para Botín un ser humano es mercancía. Para mí la mercancía ni siquiera se llama Botín, no hay mercancía.

Quien ame la vida, quien se ame a sí mismo, quien ame no puede ser feliz en este estado de cosas. El sistema hace imposible toda relación amorosa, con las cosas o con nuestros semejantes. En el sistema todo tiene valor de cambio. Puesto que el amor no vale nada, es imposible el amor en este mundo.

A partir del día de mañana, cuando sea ayer el 20N y Rajoy ya sea presidente, empieza nuestro trabajo. Cuando hayan ganado todos y tú y yo aparezcamos derrotados, empieza nuestra batalla. Ni a ti ni a mí nos valen estos partidos políticos, ninguno, ni estos sindicatos, ni estos intelectuales, ni estos maestros, ni estos catedráticos, ni estos periodistas, ... son residuos del pasado. El 20N es el pasado. Aunque necesitamos partidos políticos, necesitamos sindicatos, necesitamos intelectuales, necesitamos maestros, necesitamos catedráticos, necesitamos periodistas,.... El 21N empieza el tiempo de los ciudadanos, de la democracia extensa, horizontal y profunda. Empieza el día de la libertad.

El 20N se ha proclamado la república de los imbéciles, de los chorizos, de los funcionarios, de los ineptos,.... En Rajoy, en Rubalcaba, en Cayo Lara, en Artur Mas, en Rosa Díez, en López de Uralde,... habitan todos esos miserables y cretinos. Cada uno de ellos es un miserable y un cretino. El tuyo también, no te equivoques. Estamos en manos de miserables y cretinos. Por eso el 21N es el primer día de mañana. El 15M fue el grito, el impulso que nos hizo ver que podía haber mañana. ¡Hay mañana! Se llama 21N. ¡Tierra!, gritó Rodrigo de Triana, y repitió el grito años más tarde Alonso Quijano. 21N es el primer día de los que pensamos. De los verdaderos hombres libres. El futuro empieza mañana. Depende de mí. Sólo de mí. Reíros, cretinos, porque nosotros seremos felices. Ya lo somos.


NOTA:
Recuerdo ahora que hace no sé cuántos años (¿diciembre de 1968?) escribía yo un texto tan proteico y optimista como éste, como editorial del primer número de una revista de la que acabaríamos publicando hasta tres los muchachos de preuniversitario. ¡A base de multicopista! Entonces, el director del instituto, un hombre extraordinario, de esos que todos necesitaríamos que se nos cruzara al menos una vez en la vida, por tres veces me pidió que lo reelaborara porque se parecía al manifiesto comunista, dijo, con su risa pequeña y franca. En realidad, temía por nosotros y por nuestro proyecto inocente. Otro compañero redactó el texto de la primera editorial del periódico. Aquélla era una sociedad putrefacta. Ésta es una sociedad derruida, en escombros, que recorren como chacales los que en su día nos convirtieron en botín. Estamos al final de una época, es decir, una nueva era comienza. Dentro de 100 años los historiadores ya le habrán puesto fecha, ojalá sea el 21N.

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