Pinto & Chinto, 20/05/2011
Para ver que un traje o un vestido nos queda corto no hay como agacharse o estirar un brazo. Eso es lo que ha pasado con los intelectuales, la izquierda y el 15M. El traje de las ideas a la izquierda le queda corto. No entiende la crisis, no tiene respuestas y, por lo tanto, no entiende el 15M. Los ciudadanos, tampoco, pero es más normal, los ciudadanos bastante tienen con no morir del susto ante la prima de riesgo cada mañana. ¿Y qué es la prima de riesgo? Una bomba lapa que se pone bajo la cama del ciudadano, otra forma de terrorismo ante la que nadie tiene respuesta. Contra ETA estaba la policía y la ley de partidos; contra la tasa de riesgos, nada, pánico. Pongo la prima de riesgo a modo de ejemplo, me refiero en realidad a un sistema que se derrumba, al que el 15M le ha sacado la tarjeta amarilla de aviso. La izquierda, nada.
La izquierda no se entera, parece haber caído en el cretinismo. Me refiero a PSOE, IU, UGT, CCOO, EQUO(1),... y a cuantos se reclaman de izquierdas. Nada. Ni se enteran ni piensan. Hace mucho tiempo que ni se enteran ni piensan. Alguien podría decir: la derecha tampoco se entera ni piensa. Bueno. Seguramente se refiere a la derecha política, es decir, a los partidos políticos de derechas -PP, CiU, PNV, UPyD,...- y a quienes se articular en torno a ellos. Aun así, bueno. La derecha social es otro problema(2), y la derecha económica o ideológica saben muy bien de qué va la cosa. No se entera Rajoy ni sus adláteres, pero tampoco hace falta. Bush o Reagan no se enteraban y el mundo después de ellos ya no es el mismo. Aznar, Pons Cospedal,… así, sobre el papel, tampoco se enteran. ¿O se enteran? ¿O piensan y se enteran. ¿No piensan Camps ni Valcárcel? ¿No se enteran? Habría que indagar en Valencia y en Murcia. Y en La Rioja, en Castilla-León, en Galicia, … para saber hasta dónde piensan Sanz, Herrera o Núñez Feijoo. Se enteran perfectamente, saben a qué estímulos han de responder y cuál es la respuesta adecuada a cada caso, la tienen aprendida desde pequeñitos, y la reforzaron en las aulas del CEU o del ICAI. Incluso en el FMI, donde tuvieron a uno de los suyos. Merkel y Sarkozy no tiene dudas. La derecha siempre se entera. Aunque no piense, pero es que no lo necesita. Es verdad que ahora algunos parecen dar signos de extravío, como si sospecharan que su mundo está agotado y se debatieran entre mantenerse o dar un golpe de timón para recuperar la iniciativa. Si vivimos la agonía del sistema, quieren prolongar la agonía y hacerla rentable. Tratan de encontrar mecanismos para dilatar la supervivencia del sistema o introducir mecanismos para que el mundo sin cambiar parezca otro y dure incólume otros 50 años, por lo menos.
El problema es la izquierda, esa es la que no se entera y esa es la que tiene que enterarse. La derecha se viene ejercitando desde los primeros desarrollos burgueses y la introducción de las ideologías del protestantismo y el calvinismo, especialmente el calvinismo.
La izquierda, toda la izquierda, insisto, toda, se tomó la crisis como un desperfecto del sistema e inició su particular aventura reformista. Más profunda, menos profunda, pero reformista. Nadie vio y nadie ve el agotamiento del sistema. Nadie ha entendido la crisis como el último síntoma (quizás, el definitivo) de un proceso que viene mostrando sus contradicciones desde su gestación misma y, con toda claridad, desde luego, desde la depresión del 29. La alternativa verde y la del decrecimiento lo vienen anunciando desde mediados del siglo pasado. Ese despiste ha generado el 15M y, aun así, ni con el 15M despiertan.
A pesar de la desfachatez de algunos de sus miembros más ilustrados(3) y el ninguneo de la mayoría, el PSOE ha dicho que escuchará e incorporará a su programa algunas de las propuestas quincemayistas. No ha dicho cuáles. Veremos. Y dice IU (o dice Cayo Lara, que no sé si es lo mismo) que no tiene inconveniente en incorporar algunos(4) quincemayistas a sus listas. De momento ha sido Lara quien ha tratado de acaparar la foto del 15M. Veremos. O no veremos. Porque el 15M no plantea un problema de listas ni de programas, sino que el problema son las listas y los programas mismos. No de la política, porque su movilización es política, sino de esta política. Ni quieren estar en esas listas ni quieren participar en esos programas. No quieren esa política. Es decir, no quieren estos políticos. Creen en la política, pero no creen en la forma actual de hacer política.
La crisis económica ha puesto de manifiesto que estamos ante el agotamiento del sistema, es decir, ante el fin de una forma de vida, de entender la vida. Otro mundo es posible, han dicho los verdes y los decrecionistas siempre. No sé si será posible otro mundo, pero éste es posible cambiarlo, dicen los quincemayistas. Y en esta labor no está la izquierda ni se le espera.
Hace mucho tiempo que la política gestiona exclusivamente intereses. Por eso no parece haber diferencia entre izquierda y derecha. Por eso no se escucha la voz de los ciudadanos, sino la de los poderosos. Que no, que no nos representan, porque no usan la voz de los ciudadanos cuando hablan, sino la voz de los amos. Si este parlamento (o el que surja del 20N) no nos sirve, ¿de qué sirve la presencia de miembros del 15M en las listas, si no es para callarlos y adueñarse de su discurso y enterrarlo? ¿De qué sirve incorporar propuestas, si no es para diluirlas en las imposiciones del FMI y la UE? La izquierda ya no trata de política, sino de su supervivencia, y en esto también es como la derecha.
Se nos impone un mundo nuevo, que ni siquiera Marx(5) vislumbró. Éste está agotado, y la crisis no ha hecho sino evidenciarlo. Los discursos están agotados, no basta con los parches ni con los apaños. Somos viejos, estamos muertos. Hace tiempo que sólo hablamos del pasado. Nos empecinamos en no hablar del presente. Ni en hablar del futuro, y si hablamos del futuro lo hacemos desde el pasado, las viejas reglas, los viejos esquemas. Insisto: el pasado está muerto, lo han matado los mercados. Hablemos del presente, ni de listas ni de programas, del presente. Sólo quien hable del presente estará hablando realmente del futuro.
La clave tiene probablemente un nombre: democracia, pero no esta democracia. Resulta curioso el empeño de Intereconomía, El Trasgo mediante, en defender esta democracia. Y resulta curioso el empeño de Libertad Digital en responsabilizar a la izquierda del 15M, como si el movimiento fuera el resultado del departamento de agitpro(6) de PSOE o IU. A esta última tesis también se han apuntado Telemadrid e Intereconomía, es decir, la derecha cavernícola o la cara amable de la ultraderecha.
El M68 parisino, la primavera de Praga y la experiencia de Allende en Chile ya proponían otra democracia, la intuían, más horizontal, más profunda, más extensa.
La clave tiene probablemente un nombre: democracia, pero no esta democracia. Resulta curioso el empeño de Intereconomía, El Trasgo mediante, en defender esta democracia. Y resulta curioso el empeño de Libertad Digital en responsabilizar a la izquierda del 15M, como si el movimiento fuera el resultado del departamento de agitpro(6) de PSOE o IU. A esta última tesis también se han apuntado Telemadrid e Intereconomía, es decir, la derecha cavernícola o la cara amable de la ultraderecha.
El M68 parisino, la primavera de Praga y la experiencia de Allende en Chile ya proponían otra democracia, la intuían, más horizontal, más profunda, más extensa.
Otras formas de hacer política son posibles, dice también el 15M. Y añade: la cultura capitalista organiza el silencio. ¿Por qué la izquierda quiere contribuir a ese silencio cuando es tan estruendoso el fracaso de los tiempos? “Error de sistema. Reinicie, por favor”, “No queremos reformismo, queremos otro sistema”, “No es una crisis, es que ya no te quiero”, son también frases del 15M que no quisieran quedarse en afortunadas.
NOTAS:
(1) ¿No se le pudo ocurrir a Uralde ni a sus amigos un nombre más asequible? ¿Cree él y quienes en EQUO han desembarcado desde IU que, con ese nombre impronunciable, obtendrán en noviembre algún voto? Cómo confiar en el programa de quien no sabe nombrarse.
(2) Sobre todo, quien respalda con su voto a la derecha política, entre los que están aquellos tontos de los c... que decía el antiguo alcalde de Getafe.
(3) No puede decirse, señor Bono, y usted menos que nadie, que no pueden cambiarse las cosas desde una tienda de campaña. Un hombre, un solo hombre, dio nombre a su religión desde una cruz, habiendo nacido en un pesebre. Y no puede decirse, señor Rubalcaba, que 200 personas no pueden poner patas arriba una ciudad, sobre todo cuando no son 200, sino muchos miles los que se han manifestado en Madrid bajo esos lemas, y cuando apenas serán 100, muchas menos, las que tienen patas arriba al mundo, en una crisis que ellos inventaron.
(4) ¿Alguien imagina a algunos revolucionarios de 1789 aceptando una cartera ministerial o un puesto en el consejo del rey francés? ¿O alguno de los asaltantes del palacio de invierno aviniéndose a las tesis mencheviques? ¡El 15M es la revolución! Aunque no aquellas revoluciones, porque no había nacido Gandhi.
(5) Es más: un mundo del que un marxismo anquilosado también nos aleja. No puede hablarse, por ejemplo, de que el problema es la propiedad de los medios de producción (y de ahí la dictadura del proletariado y demás zarandajas marxistas-leninistas). El problema es la propiedad misma de esos medios. No somos propietarios de las materias primas, por ejemplo, sino meros administradores. No somos propietarios del medio natural, sino sus huéspedes y como huéspedes respetuosos hemos de tratarlo.
(6) Agitpro o Agitación y propaganda, el departamento encargado de la difusión de las ideas del partido en cuestión y de sus consignas. Ahora se llaman departamentos de prensa.
OTROS PUNTOS DE VISTA DE INTERÉS:
1. Aprendiendo a ser de izquierdas desde el 15M, Antonio López y Lola Poveda, Kaosenlared.
2. El 15-M, más democracia que izquierda, Bonifacio de la Cuadra, El País.
3. La izquierda y la calle. El 15-M ocupa el vacío de la política tradicional, Carlos Carnicero, Bitácora para náufragos de la izquierda.
OTROS PUNTOS DE VISTA DE INTERÉS:
1. Aprendiendo a ser de izquierdas desde el 15M, Antonio López y Lola Poveda, Kaosenlared.
2. El 15-M, más democracia que izquierda, Bonifacio de la Cuadra, El País.
3. La izquierda y la calle. El 15-M ocupa el vacío de la política tradicional, Carlos Carnicero, Bitácora para náufragos de la izquierda.
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