
Oí algunas palabras de Vargas Llosa
entresacadas de su discurso; sobre todo aquéllas en las que se
emocionaba hasta romper literalmente a llorar, las que pusieron en la
radio. Después he leído el discurso completo. Y algo en mi interior
se ha desgarrado. No seré yo quien arremeta contra Vargas Llosa por
sus opiniones, ya lo han hecho algunos, incluso de un modo zafio y
sectario. No podría nunca combatir contra quien escribió
Conversación en la catedral, La casa verde o Los cachorros. Son
libros que marcaron mi juventud e incluso operaron sobre mi visión
del mundo. Tampoco podría ir contra sus opiniones por el hecho de
exponerlas; al contrario, me siento en la obligación de defender su
derecho a formularlas. Incluso, si se utiliza ese escenario del
premio Nobel.
Pero me gustaría hacer algunas
precisiones, sólo algunas, podrías ser más, para que la historia
se escriba de un modo completo. Son éstas: es cierto que Cuba es una
dictadura odiosa, como China y Marruecos, por ejemplo. Es cierto que
Venezuela es una dictadura en ciernes, como Ukrania, por ejemplo. Es
cierto que Bolivia y Nicaragua son democracias de chiste, como
Italia, donde gobierna Berlusconi. No muy distintas, por cierto, de
otras que sostiene el narcotráfico. No sé cómo calificar la
democracia vaticana, donde gobierna el jefe de una casta de
pederastas. Tampoco sé cómo calificar nuestras propias democracias,
donde nuestros gobernantes se mueven amordazados por el dictado de
los mercados, dejando en el olvido a sus ciudadanos.
Es cierto que el terrorismo es una
amenaza de nuestras sociedades; sobre todo, el terrorismo fanático y
fundamentalista. Pero no sé si eso justifica una invasión como la
de Iraq que produce cientos de miles de muertos para repartirse los
despojos del petróleo y el gas y distribuirse el control y la
influencia sobre la zona. No importó mentir al mundo entero para
conseguirlo. O la de Afganistán, para derribar un régimen y atrapar
a un líder que crearon y financiaron los fondos reservados de los
americanos. ¿Qué tiene todo esto que ver con nuestra democracia
liberal? ¿Justifica todo eso Guantánamo, por ejemplo, las
detenciones ilegales, las torturas? ¿Hay diferencias entre
Guantánamo, el Gulag o las checas? Por cierto, es curioso cuán poco
tardaron en atrapar a Saddam Hussein y cuánto tardan en hacerlo con
Osama Bin Laden.
Es verdad que la izquierda ha
cometido errores, muchos, sobre todo la izquierda de vinculación
comunista, incluso es responsable de los crímenes horrorosos del
estalinismo, yo me siento responsable de ellos, como me siento
responsable de los crímenes del nazismo. Habrá que indagar en las
razones, en todas las razones.
No se levanta Castro en Cuba contra
una entelequia sino contra un dictador sanguinario. Iberoamérica no
tiene explicación sin sus dictadores ni los intereses
norteamericanos, que frecuentemente los gesta y siempre los respalda.
Cuando los sistemas se olvidan del
hombre y lo persiguen hasta convertirlo en sujeto de exterminio todos
debemos sentirnos señalados, algo mal habremos hecho todos para que
se produzca esa barbarie. Algo mal habremos hecho para que un loco
rodee su cuerpo de explosivos para inmolarse, sin importarle su
propia vida o la vida de los otros, y encomendarse a un dudoso
paraíso. Algo mal habrá hecho occidente que persigue antes a los
locos que la injusticia. Gastamos más en sofisticar nuestros medios
de muerte, en producir la muerte en el mundo que en salvar al mundo
de la enfermedad y del hambre. No hay hambre en el mundo por un error
de la naturaleza, sino porque es un instrumento necesario del sistema
capitalista para perpetuarse. No hay burgueses sin pobres, como no
había señores sin siervos.
Ya sé que un bárbaro odioso como
Ahmadineyad, el presidente de Irán, está detrás de muchos actos
terroristas, mañana lo removería si encontrara un medio que no
llevara más dolor e injusticia a su país. ¿No lo están también
gobiernos aliados de occidente como el de Arabia Saudí? ¿Tiene
Arabia Saudí una democracia liberal? Por cierto, en la caída del
Sha de Persia y la instauración del régimen de los ayatolás tiene
mucho que ver occidente, Francia concretamente, que protegió a
Jomeini y auspició su llegada a la presidencia del país. ¿Qué fue
Pinochet? ¿O Franco? A Pinochet lo colocaron en Chile los americanos
y a Franco lo sostuvieron los americanos y las democracias
occidentales durante cuarenta años. Y USA y occidente permiten la
perpetuación de la injusticia entre los palestinos por Israel, otro
régimen genocida, occidente auspicia el genocidio.
Podría señalar otras cosas, pero
basten con éstas de momento. Me duele que Vargas Llosa no las haya
tenido en cuenta o no haya precisado más sus palabras. No es bueno
que un premio Nobel mantenga posiciones maniqueas. Le agradezco, sin
embargo, la reivindicación de la cultura y de la literatura como
instrumento de cambio.
Ya hablaremos de nuestras
democracias occidentales otro día y del sistema capitalista que las
sustenta. Aunque ese no es otro tema, sino la sustancia de los
problemas. Ésta es justamente la que debiera ser ocupación de la
izquierda. Añado: no es la izquierda el mal que origina todos los
males, sino una respuesta a los males, equivocada en muchos casos,
penosamente equivocada, sólo respuesta.
Nuestra época no es la de los
fanáticos, sino la de la injusticia profunda; es ésta la que
alumbra locos y fanáticos. Las armas de destrucción masiva están
en manos de occidente
No hay comentarios:
Publicar un comentario