Llueve en
Madrid. Empezó nevando ayer, pero hoy llueve. En la radio se
preocupan por los problemas de tráfico. Y yo, que he tenido que
recorrer algunas calles bajo el paraguas, me he fijado en la gente.
Siempre me fijo en la gente. Algo ha cambiado en las calles de
Madrid. Imperceptiblemente. Y eso se ve hoy porque hay gente a la que
la lluvia no apresura. Como si no les importara mojarse. Miras y
entiendes: ellos viven en la calle. Son hoy más desde hace un tiempo
y más que serán mañana. Y pienso en la justicia.
Ayer recibí
un correo de MSF. Resumían su trabajo en Haití desde el día del
terremoto, hace ya un mes largo. En este tiempo han tratado a más de
18.000 pacientes (¿cuántos pasan al mes por urgencias en Madrid?
Todo Madrid). Sin hospitales. Cirugía, traumatismos,… En sus
hospitales de campaña, porque todo ha quedado derruido. Y la gente
sigue estando en las calles, en las plazas, en los descampados. Con
el temor a las próximas lluvias, aquí también las lluvias. Porque
las aguas desatan las torrenteras y arrastran heces, residuos,
basuras,… y amenazan, entonces, con nuevas enfermedades
contagiosas. Pensé en la miseria. Y pensé en la justicia.
Algunos,
cuando hablan de justicia, hablan de esta justicia. De la justicia
que necesitan los hambrientos y los desamparados, los enfermos de
SIDA en África, los que recorren errantes el desierto africano hasta
las playas de las pateras, los desempleados. Ya sé que es demagogia,
populismo barato, decir ciertas cosas, pero hay que decirlas:
justicia que claman, mientras los que nos arrojaron a la crisis
siguen cobrando los mismos sueldos, los mismos finiquitos, los mismos
bonos, los mismos planes de pensiones. Hay que joderse. Una justicia
elemental. Justicia.
Algunos
hablan de otra justicia. ¿O deberíamos decir del derecho, de la
letra? De lo que está escrito. Ya. Está escrito que tenemos derecho
a una vivienda y a un trabajo digno y yo he visto hoy gente por la
calle. De esta justicia hablan sus profesionales. Los que viven de
leer en los libros donde están escritos nuestros derechos y
obligaciones, donde debería estar escrita la salvaguarda de la otra
justicia, para que no haya injusticias. Hablan de la letra, pero no
hablan de justicia. Sí, ya sé que es importante la letra, pero la
letra fue escrita para que se hiciera justicia, no para crear una
casta de entendidos en un lenguaje que administran como sacerdotes
egipcios.
Hablan de la
letra de la justicia1. Y a Garzón quieren enterrarlo
entre letras, con letras. No lo juzgan por sus errores, que los ha
cometido, sino por la injusticia que ellos no han reparado, los
crímenes que ellos no han perseguido, los muertos que no han
desenterrado, las complicidades y las servidumbres que mantienen con
el monstruo del pasado. Los jueces son los guardianes de la justicia,
pero se olvidaron de las víctimas; no por descuido, sino por lealtad
a los verdugos. Y cierran capítulo con Garzón. Se acabó.
No importan
los represaliados, los fusilados, los enterrados en las cunetas. No
importa el ilegal levantamiento en armas. No importa Miguel
Hernández, ni García Lorca ni Antonio Machado. No importan los
niños republicanos arrebatados a sus familias y entregados como
propios a los fascistas. No importa la tortura. Ni la cárcel. Todo
se borra, como se borró Carabanchel, ya derruida. No importan los
fusilamientos firmados a última hora. Importa el papel. Sólo el
papel. En realidad, ni siquiera importa el papel. Actúan por si
Garzón se ha leído mal el papel, porque pudiera ser que Garzón
hubiera leído bien el papel. Sólo que, si suspenden a Garzón al
frente del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional y, luego, el
Tribunal Supremo entiende que actuó ajustado a derecho, Garzón ya
no podrá regresar a su juzgado, ya estará ocupado por otro. Ni
siquiera quieren la justicia del papel, quieren jubilar a Garzón.
No me
habléis de esta justicia. Habladme de la otra justicia.
Punto.
Ahora, sí. Se ha extinguido el Canon de Pachelbel. Me quedo con
Mozart. Pero eso es para mí solo. Regreso a la mesa camilla.
- Por cierto, les importa un comino la letra. Y como muestra, unos pocos botones: caso Gürtel en Valencia, caso Mariluz, caso Ferrín Calamita, caso Millet, caso periodistas cadena SER, Tribunal Constitucional en relación con el estatuto de Cataluña, caso clínicas abortistas, caso ácido bórico,….
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