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martes, 15 de diciembre de 2009

Aminatou Haidar





Tengo la sensación desde hace varios días, casi desde el principio, que Aminatou Haidar agoniza en Lanzarote rodeada de buitres esperando el festín de la carnaza. Tengo la sensación de que, salvo alguna voz aislada (entre los blogs hay una, al menos), asistimos a un coro de charlatanes miserables, sin nombre, que buscan, con excusa de la huelga de hambre, sacar su nombre en negrita. Tengo la sensación de que el gobierno español hace cuanto sabe y puede para que Aminatou regrese viva a El Aiún con su familia. Tengo, también, la sensación de que sabe poco y puede menos. Tengo la sensación de que el gobierno está solo. Ni la Unión Europea, ni EEUU ni Naciones Unidas se toman en serio a Aminatou, una simple mujer sin importancia en huelga de hambre para ellos. Tengo la sensación de que alguno se ve resolviendo en 3 días un conflicto de más de 40 años (digo bien: el conflicto del Sahara viene de antes de la anexión marroquí). Tengo la sensación de que olvidamos los intereses europeos y americanos en la zona, en relación con la inmigración, el petróleo y los fosfatos, por ejemplo, que es la fortaleza de Marruecos. Tengo la sensación de que olvidamos el terrorismo de Al Qaeda y los movimientos islámicos satélites en la zona, otra fortaleza de Marruecos. Tengo la sensación de que hemos olvidado el 11-S y el 11-M y de que Marruecos nos lo recuerda constantemente. Tengo la sensación de que olvidamos la dependencia de Marruecos de España y Europa, en cuanto a ingresos, por transferencias de inmigrantes y exportaciones, que podría ser la debilidad de la dictadura alahuí. Tengo algunas sensaciones más, (por ejemplo, que el Frente Polisario es, en su origen, terrorista) pero deberían ser objeto de debate en otro momento, cuando Aminatou Haidar esté en El Aiún, con su familia, y se restablezcan las conversaciones, comprometidas y serias, entre Marruecos, Naciones Unidas y los polisarios, para garantizar la autodeterminación de los saharauis. Una muerte no justifica una causa ni una causa puede alimentarse de muertes.
Tengo todas estas sensaciones. Por eso, cuando he comentado en otros blogs sobre este tema he insistido en salvar la vida de Aminatou, en pedir que sea ése el objetivo. Hoy alguien me dice que deje de pedir y que proponga. Así que he pensado y voy a proponer.
No sé cuánto vale la vida de Aminatou Haidar. Supongo que lo que cualquier otra vida. Tanto como la de Miguel Ángel Blanco, por ejemplo. Así que recuerdo lo que fuimos capaces de hacer con Miguel Ángel Blanco e imagino que será posible encontrar un día, no sé, cualquiera, mañana, pasado, el lunes próximo, dentro de una semana, el día 24, por ejemplo, o el 31, a las 12 de la mañana, para ser anónimos y juntarnos, para mostrar nuestra voluntad colectiva de que Aminatou Haidar viva. Con algunas acciones, como las que siguen:
a. Salir a los portales de nuestras casas y guardar 5 minutos de silencio.
b. Salir a las puertas de las empresas y hacer lo mismo.
c. Dejar de emitir radios y televisiones.
d. Parar coches, autobuses, metro, donde se encuentren en ese momento.
e. Que no arranquen trenes ni despeguen aviones entre las 12,00 y las 12,05.
f. Quienes se encuentren, a esa hora, en las proximidades de las embajadas o delegaciones consulares de Marruecos y Estados Unidos o del Ministerio de Asuntos Exteriores español, que se concentren en su puerta.
g. Que todos los periódicos saquen unan referencia en portada, y exijan a Marruecos que permita regresar a Aminatou.
h. Que en todos los blogs aparezca a las 12,00 una entrada programada sobre el tema, a ser posible la misma entrada.
Seguro que se pueden proponer más acciones para demostrar que queremos la vida de Aminatou Haidar y el reconocimiento de los derechos de los saharauis. Bien, propónganse. Y háganse. No es tan difícil. Si sólo la mitad de todo eso se pusiera en marcha, Marruecos sentiría la presión de un pueblo; no sólo Marruecos, también la Unión Europea, EEUU y Naciones Unidas.
Si no somos capaces de hacer nada, a mí me gustaría callarme. Mozart, en estos casos, es la única compañía y el único sonido que soporto.

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