Cuando Mozart se queda en
el pentagrama,
y es equilibrio entre
líneas, sólo entre líneas
espacios blancos y pausas,
una medida,
porque huyó la sutileza
de la mano blanca
que alguna vez obró en mi
oído el prodigio trascendente
con el arco del violín
como única arma,
es hora de cerrar París
porque París ha fenecido.
Cuando no se pueden decir
con inocencia las palabras,
cuando las palabras tienen
medida, están tasadas,
son términos del
diccionario, reseñas huecas;
cuando los libros no
huelen a carne humana,
no son hueso, nervio,
músculo, flujo, sangre,
son sólo datos,
información muerta, papel de escriba,
es hora de cerrar París
porque París ha fenecido.
El día en que nadie
siembra ya el mar con amapolas,
cuando los recuerdos son
operaciones de nostalgia,
y el futuro, una quimera
que nace del pasado;
si no hay refugio para el
rostro en el halda de quien amas,
si no son sus dedos los
que traen el orden a tu pelo;
cuando no hay ternura para
hallarte en tu extravío,
es hora de cerrar París
porque París ha fenecido.
Cuando ya no es su mano la
que iza el horizonte
ni sus ojos los que traen,
a golpes de luz, la luz de la mañana;
cuando es el sol el que
hace su trabajo jornalero,
desde el foco de la elipse
matemática
que La Tierra recorre con
la precisión del autómata,
y ya no haya primavera,
sino estación, aun la primera,
es hora de cerrar París
porque París ha fenecido.
Cuando la vida es tarea de
funcionarios,
no cabe el riesgo de
perderse en la selva o el asfalto,
de encontrar a dios tras
un orgasmo,
de magullar o magullarse,
herir o ser herido,
de ahogarse en lágrimas o
morir entre sus brazos.
Cuando la magia es objeto
de disputa y de mercado,
es hora de cerrar París
porque París ha fenecido.
No hay mapa hasta París
ni itinerario,
no hay brújula para un
recorrido tan necesario.
Esperamos ya entre sus
escombros
el destino final del
obituario.
Aunque estuvo allí el
corazón
latiendo siempre como un
mantra,
no existe la palabra
esperanza
para quienes no supieron
esperar
en el balcón de los
geranios,
así que no habrá modo de
hallarla.

No hay comentarios:
Publicar un comentario