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lunes, 7 de junio de 2021

Fosas, memoria histórica e indignidad


1.

A las 09,00 horas del 13 de septiembre de 1971 Pedro Patiño fue asesinado por la Guardia Civil. Pedro Patiño era albañil, vivía en Getafe, estaba casado, tenía dos hijos menores, contaba 33 años y era miembro de CCOO y PCE. Repartía octavillas con otros compañeros por las obras del polígono industrial de Leganés, junto a la carretera de Villaverde a Leganés, llamando a la huelga del sector para conseguir la libertad de Paco García Salve, cura, jesuita, militante de CCOO, entonces en la cárcel por su actividad sindical.

Al día siguiente, ABC publicaba en su página 43 la noticia. Decía:

PROPAGANDISTAS ILEGALES DETENIDOS Y UNO MUERTO

La Dirección General de Seguridad ha facilitado, a primera hora de la tarde de ayer, la siguiente nota a la Agencia Cifra1:

«Sobre las nueve horas del día de hoy, cuando la dotación de un coche patrulla de la Guardia Civil compuesta por el conductor y tres números se hallaba prestando servicio en la zona comprendida entre Villaverde y Getafe, observaron a cuatro individuos difundiendo propaganda ilegal en una obra que se realiza cerca del kilómetro 3'200 de la carretera de Leganés a Villaverde. La dotación del citado coche patrulla bajó del vehículo para perseguir y detener a los aludidos individuos, y al intentar la detención de uno de ellos, don Pedro Patiño Toledo, nacido en Puebla de Almoradiel (Toledo), de treinta y tres años, con domicilio en El Escorial, éste se abalanzó2 sobre un guardia civil al que agredió e intentó desarmar y en el forcejeo se disparó el arma, alcanzando al referido don Pedro Patiño, que resultó gravemente herido, falleciendo durante el traslado al hospital.

El fallecido don Pedro Patiño tiene numerosos antecedentes policiales.

El 1 de enero de 1959 fue detenido por actividades del Partido Comunista y puesto a disposición del Juzgado especial. También fue detenido el 20 de marzo de 1969 por actividades ilegales, pasando a disposición de la autoridad militar, y el 30 de abril del año en curso por coaccionar a los trabajadores de unas obras en el pueblo de Parla, siguiendo las consignas del Partido Comunista.

En el año 1962 y para eludir responsabilidad pasó a Francia clandestinamente, desde donde se trasladó a la Unión Soviética, y en este país recibió instrucciones del Partido para el desarrollo de ulteriores actividades políticas en España».

Fin.

ABC no era un periódico, sino una sentina, siempre lo ha sido, al servicio de la extrema derecha. Colaboraba estrechamente con la Dirección General de Seguridad, a la que servía de altavoz y de chivato.

Los compañeros que repartían propaganda con Pedro Patiño aquel día fueron juzgados luego y condenados por el Tribunal de Orden Público por un delito de “propaganda ilegal” a la pena de dos años de prisión y 10.0003 pesetas de multa, con arresto sustitutorio de 30 días. Entre los hechos probados de la sentencia se afirma: “arrojaron y esparcieron en obras y caminos indeterminado número de hojas ciclostiladas, tamaño cuartilla, unas, pie de Comisión Obrera Provincial de la Construcción de CCOO, otras, pie del Comité de Madrid del Partido Comunista de España”.

2.

Pedro Patiño Toledo nació el 10/11/1937, en Puebla de Almoradiel (Toledo). Su padre fue fusilado sin juicio y su madre vio conmutada la pena de muerte a la que había sido condenada. Era un “hijo de rojos”, y “rojo” él mismo.

Con 16 años, en 1954, emigró a Getafe para trabajar en la construcción. Se integró en el PCE y en CCOO. El 17/02/1959 fue condenado en consejo de guerra a un año de prisión por el delito de rebelión militar, junto con otros seis procesados. El delito era haber impreso con una vietnamita 200 ejemplares de una hoja reivindicativa, donde se decía: “Por una vida más digna, por un salario vital de 100 pesetas con escala móvil”. La sentencia destacaba, como si fuera un agravante: de los 7 acusados, 5 de ellos, incluido Pedro Patiño, eran “hijos de padres ejecutados durante la guerra o la posguerra”.

En 1962 se exilió a Francia para evitar su detención por “actividades comunistas en el complot industrial de Villaverde-Getafe”, sumario 1324/1962. Fue procesado y condenado en rebeldía por su pertenencia al PCE.

En Francia conoció a Dolores Sancho y se casaron. Regresaron a España en 1968. El 05/03/1969 Patiño fue detenido por asociación ilícita durante el Estado de Excepción, decretado el 24/01/69 para “luchar contra las acciones minoritarias sistemáticamente dirigidas a alterar la paz española y arrastrar a la juventud a una orgía de nihilismo y anarquía”, en palabras de Manuel Fraga Iribarne. Fue absuelto, por sentencia del TOP.

Con la ley 52/2007, de Memoria Histórica, se le otorgó certificado de reparación personal, reconociendo que había sido perseguido y encarcelado injustamente “sin las debidas garantías por el ilegítimo Juzgado Especial de Espionaje y Comunismo” y que murió “en defensa de su actividad política”.

Sus asesinos nunca fueron juzgados. Tampoco ha formulado la Historia reproche alguno a quienes fueron cómplices del asesinato o participaron desde sus cargos en la farsa de los hechos. Quizá porque la Historia sigue el relato estricto de los vencedores. Aún más: muchos de los asesinos y cómplices del genocidio y posterior represión recibieron distinciones o reconocimientos que la verdad, la justicia y la decencia democrática deberían haber anulado o no haber permitido.

3.

Blas Tello Fernández-Caballero nació en Manzanares, Ciudad Real, el 12/11/1908. Se licenció en Derecho e ingresó en el Cuerpo de Magistrados de Trabajo.

Desempeñó el cargo de gobernador civil de la provincia de Toledo entre 1944 y 1951. Prestó un firme apoyo al uso educativo del castillo de San Servando como Academia del Frente de Juventudes. Fue el primer director general de Política Interior del Ministerio de Gobernación4, desempeñando el cargo desde 1951 hasta 1958.

Fue consejero nacional del Movimiento y procurador en las Cortes franquistas entre 1952 y 1977. Y uno de los procuradores que se abstuvieron en la votación de la Ley para la Reforma Política de Adolfo Suárez de 1976.

4.

Pedro Patiño Toledo y Blas Tello Fernández-Caballero, dos nombres de la España franquista. Su paradigma histórico. Adversarios. No se conocieron, pero sus vidas se cruzaron trágicamente. Una víctima y un victimario. Un defensor de la libertad y un responsable directo de la persecución y las represalias que sufrieron la víctima y sus familiares. El franquismo y el régimen del 78 los han obligado a convivir como si fueran personas igualmente respetables.

5.

El 25/02/1977, el pleno del último ayuntamiento franquista de Manzanares nombró a Blas Tello Fernández-Caballero hijo predilecto del municipio y le concedió la medalla de oro de la ciudad. En el acta se dice: “...concurren méritos y circunstancias especiales de servicios prestados al Estado y al municipio de Manzanares de extraordinaria relevancia. (…) A nivel local son tantas y tan variadas las realizaciones municipales que se han llevado a cabo gracias a su intervención más o menos directa, que puede decirse que D. Blas Tello ha sido el principal protagonista del inmediato pasado, del presente y del futuro de Manzanares”. Son tantas y tan variadas, dice, las realizaciones, pero no enumeran ninguna, porque no hay ninguna que detallar. “Olvidan” que fue un decidido azote de demócratas, un liberticida, cómplice y responsable de persecuciones y asesinatos de demócratas.

La calle donde se levanta la casa natal recibió el nombre de Blas Tello y Blas Tello se continúa llamando 44 años después, hoy mismo, sin que ningún gobierno municipal haya comprendido la necesidad, por justa y democrática, de corregir esa indecencia.

6.

Por acuerdo de la corporación municipal presidida entonces por el PP, se colocó en 2011 una placa en la fachada de la que fuera casa del victimario. Dice:

En esta casa vivió D. Blas Tello Fernández-Caballero, 12/XI/1908-08/1/1984, magistrado, hijo predilecto y medalla de oro de la ciudad, principal protagonista del pasado y presente de Manzanares. El ayuntamiento pleno le dedica este recuerdo para perpetuar su memoria en señal de agradecimiento. 26/XI/2011”.

7.

Hay más placas honoríficas de liberticidas en las fachadas, como la de José-Antonio García-Noblejas García-Noblejas, notario, nombrado Hijo Adoptivo y Predilecto del municipio el 26/10/1962 en base a la ardorosa defensa que hizo del régimen franquista cuando éste fue criticado en una reunión internacional celebrada en Ginebra. Había sido abucheado e increpado por ello, acabando en comisaría, lo que se consideró entonces “un gesto de ciudadanía y patriotismo que merece ser destacado para conocimiento del vecindario, mucho más en los tiempos actuales de conformismo y coexistencia con los enemigos de Dios y de la Patria”. Se destacaban asimismo los relevantes servicios prestados a Manzanares y a España en sus diferentes cargos como Presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, Gobernador Civil de Castellón de la Plana y Director General de Archivos y Bibliotecas.

Manzanares también tiene el “honor” de mantener en su callejero a personajes de dudosa respetabilidad, como Pedro Capilla, alcalde franquista, cuyo “mérito”, al parecer, fue llevar el agua corriente y el alcantarillado a las últimas viviendas del municipio. Cabe decir que barrios enteros de la población carecían de agua potable y alcantarillado a finales de los años 60 y principios de los 70.

Por si fuera poco, en el municipio aún pueden verse símbolos significativos del período franquista, como los de la falange y el sindicato vertical. En la plaza de don Quijote y en dos grupos de edificios próximos construidos por la “Obra sindical” en 1952, por ejemplo.

Un dato: desde las primeras elecciones hasta hoy mismo, el alcalde siempre ha sido un militante del PSOE, salvo en el período 2011-15 que correspondió al PP. Ninguno de ellos se ha propuesto enmendar alguna, siquiera una, de estas “anomalías” democráticas.

Ítem más: todas las corporaciones municipales de Manzanares, franquistas, del PP o del PSOE, han subvencionado y subvencionan cofradías y asociaciones que mantienen a Francisco Franco y a otros fascistas de mayor o menor relieve, vivos o muertos, como socios, cofrades o hermanos mayores honorarios o predilectos.

8.

Hace unos días, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha concluido los trabajos de exhumación de 34 cadáveres de dos fosas comunes del cementerio de Manzanares. Tuvieron que ahondar hasta los seis metros y medio. Ésa era la profundidad a la que los cuerpos había sido arrojados de cualquier manera, dicen que como si se tratara de alimañas odiosas, pero las alimañas reciben mejor trato, empujados quizás a patadas, acaso vivos todavía, y rematados a balazos desde el exterior. Cada uno de los muertos tiene su historia y todos tienen en común ser de Manzanares, o de algún pueblo de alrededor, y el hecho de ser demócratas y haber estado comprometidos con la libertad y la justicia. Ahora queda la identificación de los restos y su entrega a sus familiares para que reposen, recuperada su dignidad, junto a los suyos.

Las labores se realizaron a instancia de la Asociación para la Memoria Histórica de Manzanares, compuesta toda ella por familiares de represaliados por el franquismo en el municipio. Aún quedan más de 250 cadáveres de asesinados, distribuidos en varias fosas comunes, que quizá conozcan también el momento histórico en que recuperen la dignidad y el respeto que se les negó hace 82 años. Pero nadie ha asumido todavía la iniciativa de recuperarlos.

En los trabajos no ha comparecido juez, fiscal ni forense alguno, a pesar de tratarse de la exhumación de cuerpos muertos violentamente. En 82 años nadie, ninguna autoridad política o judicial, se ha interesado por la ignominia que supone el silencio sobre los asesinatos y la suerte de los cuerpos de los represaliados.

Apareció por el cementerio el alcalde de Manzanares al iniciarse la apertura de las fosas con la televisión municipal para hacerse una entrevista, como si él tuviera algo que ver con las exhumaciones. Y para prometer que promovería la construcción de un panteón o lugar de la memoria con el fin de recordar el tributo de los demócratas. Desde 1979, ningún gobierno municipal -uno de UCD (1979-83), uno de PP (2011-15) y nueve del PSOE (1983-2011 y 2015-hoy) han mostrado interés alguno por los asesinados, ni por restituir la memoria histórica. Ni por trazar una línea que separe el oprobio de la verdad. Al contrario: desde 1979, por acción, negligencia, omisión o dejación todas las corporaciones municipales se han limitado a gestionar el franquismo, sin discutir ni corregir ninguno de sus actos o decisiones, refrendados en la práctica por el silencio o la indiferencia, como si ante el fascismo cupieran silencio o indiferencia, o por nuevos acuerdos y distinciones del pleno del ayuntamiento “democrático”. La presencia del alcalde sólo es propaganda o autobombo, unas fotografías para la web municipal y unas imágenes para su televisión, nada más, una actitud más propia de un vendedor o un charlatán que de un responsable político, que pertenece a un partido desangrado por el franquismo.

Tras las exhumaciones de Manzanares sólo está la ARMH y los familiares de los represaliados. Nadie más. En Manzanares persiste el oprobio de la simbología franquista y las distinciones a quienes fueron responsables y cómplices de la dictadura y se sirvieron de ella para su enriquecimiento o su preeminencia. Es decir, en Manzanares, como en muchos otros lugares donde las fosas existen pero se ignoran, pervive el desprecio por las víctimas, nadie se ha ocupado de ellas en 42 años de “democracia”. Desde las actas municipales y desde las fachadas se continúa insultando a las víctimas. El alcalde actual y sus antecesores conviven con la anomalía de las fosas, no se siente incómodos con la injusticia y la indignidad de su persistencia.

Esta anomalía democrática y la falta de comprensión del significado profundo de los DDHH y de la dignidad de las personas se explica si se observa que es el resultado del diseño, denominado régimen del 78, que los poderes fácticos españoles y europeos, establecieron para el “fin” del franquismo y la construcción de la “democracia”. La transición es el fruto de ese diseño, de cuyo desarrollo encargaron a PP, antes UCD, y PSOE, que ambos partidos han cumplido a rajatabla, aún a costa de escupir sobre las tumbas de los demócratas, y construir una democracia descafeinada y dependiente de las viejas estructuras de poder franquista..

Escupe el alcalde de Manzanares cuando promete un mausoleo o un lugar de la memoria, pero no limpia Manzanares del fascismo y no dota de contenido, de nervio a la democracia, en el pueblo que gobierna. Escupe el PSOE y escupe García Page cuando convierten la memoria histórica en un papel y no un compromiso y una práctica, cuando no ponen a jueces, fiscales y forenses en el trabajo de exhumación. Escupe el poder judicial haciendo dejación de sus obligaciones con la ley y la justicia.

Hay quienes propugnan pasar página y quienes se encuentran cómodos pasándola, PP y PSOE. Es decir, quienes están hartos de que se hable de la fosa común del abuelo y quienes no hacen nada por exhumarla. Ambos vuelven a colocar en el paredón a los fusilados, victimizan de nuevo a las víctimas. Pasar página o perdonar no resuelve la ignominia de las cunetas o las fosas comunes. Decían algunas madres y hermanas de víctimas del pinochetismo: cómo vamos a perdonar si no sabemos a quién hemos de perdonar, necesitamos conocer el nombre y apellidos de quienes torturaron y asesinaron a nuestros hijos y hermanos, y entonces los podremos perdonar. Aquí no sólo no se ha hecho nada por identificar a los genocidas y a sus cómplices, sino que se ha contribuido a su blanqueamiento.

Cada pueblo, cada villa, cada ciudad, cada comunidad humana tiene que hacer un trabajo de identificación de sus víctimas y entregar sus restos a sus familiares, para restablecer la dignidad personal de las víctimas y reconstruir la verdad histórica, tan descuidada en la actualidad, pero también cada comunidad humana debe hacer un trabajo de identificación de sus verdugos, torturadores, asesinos y cómplices del genocidio. Debe hacer una labor de investigación e identificación para que los familiares de las víctimas sepan a quiénes han de perdonar y con quiénes han de reconciliarse y conciliar un futuro, si es que es posible conciliar con sus descendientes un futuro para todos. Durante más de 40 años no ha habido futuro para los vencidos. Los vencidos perdieron hace 82 años su condición humana y aún no lo han recuperado. Sólo son derrotados o somos hijos de derrotados. España, si es que tiene sentido este nombre y no es artificial su construcción, sólo será posible cuando todos y cada uno de sus habitantes sea un ser humano, íntegro e igual, aunque distinto.

Podemos bajar muchos metros para encontrar a los asesinados por la represión franquista, pero, por muy profundo que excavemos, nunca encontraremos allí a un Estado democrático que haya garantizado sus derechos a las víctimas de la dictadura”. Lo dijo Lorenzo Silva, presidente de la ARMH, en un acto de solidaridad, reparación y dignificación celebrado en el cementerio de Manzanares el pasado 30 de mayo, ante las fosas comunes de 34 patriotas asesinados hace 82 años, de cuya exhumación se estaban ocupando. No sólo necesitamos al Estado ante las fosas, también necesitamos a los ciudadanos. La ciudadanía sólo se alcanza con el ejercicio de la libertad, y libertad es la palabra más manoseada y degradada estos días. La libertad sólo es una palabra cuando las calles y las instituciones están ocupadas o inficionadas por sus enemigos.



NOTAS:

1. Cifra era el nombre con el que la estatal Agencia EFE firmaba las noticias nacionales. EFE, por F de Franco, Falange y fe.

2. Es falso que Pedro Patiño o alguno de sus compañeros ofreciera resistencia.

3. Unos 1185,90 € actuales, teniendo en cuenta la variación del IPC general, el 1876,5 %, según el INE.

4. Ministerio del Interior desde 1977.


 

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